" ¡Tal es nuestra fe! "
por
el Canónigo Dr. Daniel Meynen
Recordemos lo que es la fe.
Brevemente, según Santo Tomas de Aquino, la fe es un contacto
espiritual a través del cual nosotros recibimos los frutos de la
Pasión de Cristo, frutos que están constituidos de la
remisión de nuestros pecados y del regalo de la gracia que nos
introduce en la Vida Eterna, la Vida misma de Dios. En otras palabras,
digamos que, a través de la fe, nosotros vivimos de la Vida de
Jesús resucitado, y nosotros estamos ya resucitados con El, en
la medida que nosotros permanecemos en contacto o en comunión
con la Pasión del Señor.
La fe posea siempre dos aspectos,
simultáneamente e indisoluble. El primer aspecto es el de la
oscuridad: nosotros debemos aceptar no ver, no tocar, no escuchar, no
oler o no gustar lo que nosotros creemos. Peor aun, nosotros debemos de
aceptar no comprender lo que creemos. El segundo aspecto es el de la
luz. Aunque el segundo aspecto esta simultáneo con el primer, es
no obstante su consecuencia: la fe nos da luz, la fe nos aclara, la fe
ilumina toda nuestra vida, en la medida que nosotros aceptamos esta
aparente oscuridad.
Así Jesús invita a
sus discípulos a creer en El: "Vosotros creéis en Dios;
creéd también en mí.» " ¿Hay una
diferencia entre la creencia en Dios y la creencia en Jesús? Si,
y esto es esencial. Nosotros Cristianos, nosotros Catolicos Romanos,
nosotros creemos en Jesús Hijo de Dios. Nosotros no solo creemos
en Dios, así como hacen los seguidores en otros religiones.
Nosotros creemos en este Hombre, Jesús de Nazareth, quien
murió y resucitó, quien es primero y primerísimo
Dios, y el Hijo de Dios!
La Iglesia Catolica Romana
está orgullosa de esta fe, la cual ella anuncia al mundo entero!
Ella está orgullosa de esta fe, porque, a través de la
gracia y de la Misericordia de Dios, contrariamente a todos los Pilatos
quienes desprecian la verdad, la Iglesia Catolica Romana está
orgullosa y feliz de decir que ella ha recibido del Señor
Jesús y de su Espíritu Santo el deposito de la Verdad
acerca de Dios y acerca del Hombre en su totalidad, creado en la imagen
y semejanza de Dios, quien es uno, en tres personas.
Nosotros conocemos estas palabras
de Jesús: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida."
¿Pero entendemos nosotros esto? No es raro que nosotros hablemos
de cosas que nosotros no entendemos bien. Así cuando
Jesús dice: "Yo soy el camino" ¿Que él desea
decir? Esto: Jesús es el mediador, el intermediario, él a
través de quien nosotros debemos de pasar para ir al Padre. Y
esto implica que Jesús es ambos Dios y Hombre. Jesús no
es solamente hombre: el además es, y primero, Dios, porque el es
nuestro mediador, nuestro único mediador ante Dios.
Para Jesús, ser mediador
significa que el se une en si mismolas naturalezas propias de cada uno
de los elementos de su mediación, los cuales son Dios (el Padre)
y el hombre (cada hombre o mujer en particular). En otras palabras, el
mediador se encuentra en el centro, entre los extremos de su
mediación, los cuales son Dios y el hombre. Y es de hecho un
centro en el sentido apropiado, un centro geometrico tanto como un
centro en el sentido espiritual: porque la religión cristiana
siempre envuelve a ambos, el cuerpo y el alma. Pero,
prácticamente, materialmente, un centro es conocido y solamente
determinado si nosotros conocemos la total distancia entre los
extremos. Así, cuando nosotros hablamos de Jesús como el
Camino o el mediador quien nos guía al Padre, nosotros hablamos
necesariamente de Jesús verdadero Dios y verdadero Hombre! Tal
es nuestra fe.
¿Como podríamos
hacer trabajos mayores que los de Jesús? Simplemente creyendo en
Jesús, creyendo en Dios! Que la Santísima Virgen Maria,
nuestro modelo y nuestra Madre en la Fe, nos ayude siempre a creer en
su Hijo, para que, así participando en la Pasión del
Señor, nosotros podamos compartir su Resurrección! Amen!
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